SIN PC

Estuve estos días sin PC. Tuvo sus ventajas: retomé mi actividad física en forma intensa aprovechando esta primavera insólita que tenemos en Buenos Aires para estar en contacto con la naturaleza. Empecé en realidad el lunes y fue casi automático.

Suplantar las dos horas aprox que suelo quedarme frente a la PC leyendo y respondiendo mails, construyendo post o visitando otros Blogs, por caminar con trote intermitente por más de hora veinte bajo la energía benéfica del sol y junto al río, me devolvieron casi en forma instantánea esa sensación de bienestar, vitalidad, alegría y optimismo que la actividad física provoca.

Sabemos que existe una explicación bioquímica: la liberación de endorfinas. Descubiertas en 1975 estos péptidos (pequeñas proteínas) son derivados de un precursor que produce a nivel de la hipófisis en la glándula pituitaria y también en el resto del organismo. Se habla de 20 tipos diferentes de endorfinas.

Este elemento es fundamental para crear las sensaciones de placer en el cuerpo humano y como tiene efectos similares al opio, y una estructura química muy relacionada, se los considera nuestros opiódes endógenos. La palabra endorfina viene de endógeno (que se produce en el interior del cuerpo) y de morfina.

Se segregan también bajo ciertas situaciones de estrés, en las relaciones sexuales intensas, en ciertos bailes rituales o ceremoniales o sencillamente cuando uno está enamorado.

Esta química de la felicidad es una droga natural que nuestro cuerpo utiliza, entre otras cosas, para mitigar el dolor, disminuir la ansiedad, provocar sensación de euforia o sedarnos profundamente, controlar el apetito, como eficaz remedio antiestrés, liberar hormonas sexuales, y fortalecer la respuesta inmune del organismo.

Numerosos estudios han demostrado que después de haberse producido una actividad física aeróbica, existe un claro y significativo aumento de las endorfinas. Asimismo las investigaciones afirman que se genera una elevación importante del nivel de Dopaminas, llegando a niveles ambas de siete a ocho veces superiores a los de las personas sedentarias.

Es sabido que el ejercicio de resistencia tiene un potente poder antidepresivo, ya que tendría un rol importante en mejorar el estado anímico y subir la autoestima, efectos que probablemente, se cree, estarían mediados por las endorfinas. Esto mismo produce el comer chocolate, pero claro, el aumento posterior de peso nos quita cualquier sensación de euforia que hayamos sentido en los minutos que nos llevó devorarlo.

Ahora a intentar ponerme al día con todo quello que involucre lo informático, pero buscando el equilibrio. Pasamos frente a nuestras máquinas mucho más tiempo del que nosotros mismos tenemos conciencia. Y estar al aire libre en contacto con la naturaleza, forzando al cuerpo a integrarse de una manera fluida con ella, genera un estado de ánimo que nos conecta con nuestra esencia.

Como que lo produce el mismo cuerpo.