Bello Abril

Nos pasan tantas cosas en la vida, que si aparece el sol hay que dejarlo pasar... Abril, otra vez, para que no tengamos soledad. Y las violetas que coronan tu tristeza y las guirnaldas de tu inmensa soledad sos tan hermosa que jamás vas a dejar de brillar así aquí o allá... Sos parecida a los planetas que se mueven por ahí que no podés parar ya nunca de girar... Para que no tengamos soledad... para que no tengamos nunca más soledad... Fito Paez.

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Nombre: Abril Lech
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

jueves, abril 02, 2009

Duelo en el Congreso


Ya eran las nueve de la noche y faltaban más de cuatro horas de cola. Marcos estaba despierto desde las seis y media de la mañana pero insistía en quedarse. Yo dudaba. Pienso que las circunstancias históricas en las que estamos inmersos son para vivirlas en forma activa y por eso estábamos allí.

Desde que llegamos sus ojitos de niño no podían creer ver toda esa gente esperando para dar un último adiós a un presidente. Él mismo iniciaba cada tanto los aplausos que en homenaje la multitud sumaba respetuosamente. Cuando dije de irnos me pidió que antes enviáramos mensajes de texto a gente amiga para asegurarnos que nadie estaba haciendo la fila más adelante. Nadie.

La cola era en realidad una serpentina de cuadras y cuadras que se extendía desde la esquina de Rivadavia y Callao hacia Corrientes unas cinco cuadras más. Boinas blancas, cintas de color blanco y negro, remeras alusivas, mucha gente de traje salida de su trabajo.

Luego subía la explanada principal del Palacio del Congreso, ingresaba al Salón Azul que, vallado a unos dos metros del féretro, permitía dar una vuelta y alejarse luego por la escalinata principal. Pero había para rato.

Finalmente decidí que era demasiado para un chico agotado. De manera que nos acercamos al frente vallado de la plaza para tomar unas fotos como único recuerdo.

-"Vivir esto ya es importante Marcos -le decía yo a modo de consuelo- aunque no hayamos podido entrar. No lo vas a olvidar nunca. Dale, ponete ahí que te saco como testimonio de que estuviste. Y lleva esta imagen en la retina hijito (frase típica de mi mamá).

Marcos no me escuchaba, ya le estaba contando a una pareja que estaba cerca nuestro que no podría verlo por la cantidad de gente. - "Vengan conmigo" -dijo el desconocido que, vestido de traje, despedía a su amiga- "No voy a permitir que Marcos se vaya sin haber estado junto al Dr. Alfonsin".

Yo pensé que nos estaba cargando pero lo seguimos. Cuando pasamos las vallas y todos lo saludaban entendí que era en serio. Mi colega nos hizo esta noche un regalo, algo que Marcos no va a olvidar jamás.

La cantidad de coronas y ofrendas florales que bordeaban las explanadas principales del edificio y poblaban las escalera del frente fueron imposibles de determinar. La gente se acercaba además con flores de todo tipo -muchos claveles blancos- que despositaban en la entrada.

Una vez dentro fuimos atravesando las distintas salas. Nuestro improvisado acompañante nos hacía de guia, yo no podía creerlo. Sin saberlo repetía la historia que yo viví con la muerte de Perón, atravesando esos salones con mi abuelo, mi papá y mis hermanos, yo era muy chiquita y aún así me quedó intensamente grabado para siempre.

¡Tantas veces hablamos del salón de los pasos perdidos! Finalmente Marcos bautizó así un cuarto en esta casa, emulando al Congreso. Esta noche pisó el verdadero salón.

Se cruzó con los políticos que estaban allí velando, radicales de años conocidos por todos, atravesó el Salón Rosado Eva Perón, saludó personalmente a los hijos y familiares, dió sus respetos al féretro, hizo preguntas, lo vi caminar erguido y sentirse importante en el balcón que da a la Plaza donde miramos las banderas partidarias.

Dentro, en la fila que atraviesa el Salón Azul, escenas conmovedoras nos atrapan a ambos. La gente pasa como un suspiro, le tiran besos, se persignan, caen lágrimas. Veo mujeres que se descomponen al verlo tan pálido en el féretro. La escena es imponente. En la cabecera algunos miembros de la familia.

En un momento, a unos metros del salón azul en las escalinatas que dan al exterior, un señor que se ha sentado esperando calmar el temblor de sus piernas, su cuerpo y el alma entera se nos acerca con dos claveles. Uno rojo y otro blanco.

Nos dice que se llama Estevanez -o algo similar- y que ha venido de La Plata. Que con los nervios y la emoción olvidó dejar las flores que desea estén junto a Alfonsin. Y nos pide que encontremos la forma de acercarlas hasta donde él está.

Marcos las toma y me mira suplicante mientras acongojado el hombre se aleja. El Salón Azul no guarda flores. pero con Marcos nos las ingeniamos y los dos claveles descansan junto a la Virgen de San Nicolás que han puesto al ingreso del Salon Azul. Tarea cumplida. Ojalá lo supiera.

Cuando un rato mas tarde Marcos -que parece haber crecido dos años en un ratito- comenta lo vivido con emoción, yo agradezco la aparición de quien nos salvó de volver a casa apenas con una imagen lejana del momento. Como si me leyera la mente Marcos exclama como cierre: -"¡Qué suerte mamá que no había nadie conocido en la cola!". Y tiene razón.

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12 Comments:

Blogger SAFIRO said...

No va a olvidarse nunca de ese momento, ni de éste día.
Vivió una página de la historia de la democracia de nuestro país, y Dios quiera que nunca conozca de las otras que nosotros padecimos.

Un fuerte abrazo para los dos y besos.

4:42 a.m.  
Blogger fgiucich said...

Leí tus dos post con profunda emoción. Estoy trabajando en el exterior y todo lo que estoy viendo por TN me conmueve hasta las fibras más íntimas. Nunca podré olvidar aquel Octubre del 83 cuando, con su discurso, nos llenó el alma de ilusiones y nos enseñó el camino de la democracia y el respeto de la Constitucion. Es lo mejor que nos ha dado esta República percudida por corruptos y sinverguenzas. Es el ejemplo que , sabiamente, les estás mostrando a tus hijos. Abrazos.

2:28 p.m.  
Blogger Cecy said...

Me alegra que estuviese ahí Abril.

Buenas fotos, pase anoche y me quede impresionada.

Besos.

4:04 p.m.  
Blogger Ligia said...

Qué bien para Marcos haber vivido ese momento tan emocionante y que al final no hubiera sido en balde la espera. Lo recordará toda su vida, seguro. Abrazos

4:34 p.m.  
Blogger Raúl Avila said...

Cuando me enteré de la noticia me produjo una suerte de melancolía.
Recordaba el júbilo del pueblo argentino con la recuperación de su democracia, cuando acá empezábamos a palpitar tibiamente la llegada nuestra.
Te mando un abrazo enorme Abrilita, y en vos saludo a todos l@s argentin@s.

5:09 p.m.  
Blogger Unknown said...

Vivi el 83 en carne propia, mi vieja me llevó al acto que daba el Dr Alfonsin, en ese entonces en campaña. Su voz me habia quedado grabada a fuego, aquella imagen de él con León a su lado, y mi tío que era peronista con una boina blanca, escuchandolo.
Esa imagen era la de la democracia que llegaba. Leon era radical intransigente, Alfonsin radical de los otros, y mi tio un oyente peronista.Todos los escuchaban.
Todos festejamos su triunfo, y también nos pusimos tristes cuando se dió por vencido.
25 años después volví a ver esa gente unida, gritando el mismo nombre, y recuperando la esperanza.
Pocos sabian que Alfonsin donó toda su vida su sueldo a los jubilados.
Tu hijo vivió un momento que pese a ser doloroso, va a ser inolvidable. Volvió a ver la democracia, solo que esta vez era para despedir a quien en el 83 la dió a luz.
Abrazos enormes

6:30 p.m.  
Blogger Unknown said...

Gracias una vez más, Abril querida, por esa completa e ilustrada descripción del ambiente y de las sensaciones. Mis más sinceras condolencias por un gran argentino, un hombre respetable y valiente al que tuve la suerte de conocer y me pareció un ser educado y exquisito. Un beso,
V.

6:59 p.m.  
Blogger Clarice Baricco said...

Bien que tu chico haya vivido esto.

Besos.


PD. Vino Fito Paez y me acordé de ti. Disfruté mucho su concierto.

10:23 p.m.  
Blogger jose fá said...

Qué conmovedor, Abril. Me gustó mucho acompañarles en esa travesía hacia el encuentro de lo entrañable de la patria en algunos hombres que la forman..

Un abrazo.

12:37 p.m.  
Blogger Ana...desde el Mediterraneo said...

Querida Abril
vine pq conociendote sabia que publicarias algo...desde que lei la noticia que no puedo dejar de escapar lágrimas, para quienes vivimos aquellos dias se nos ha muerto EL PRESIDENTE, yo tampoco estuve afiliada a la ucr, pero si lo vote en el 83, la primera vez que podia votar, y acompañe su campaña y su triunfo, que era el de todos, todos los que luchamos por la libertad, por la justicia, por la maravillosa democracia...

Para tu hijo lo vivido anoche no podra olvidarlo, mi corazon ha estado alli como estuvo mi fisico en otros años despidiendo a otro ilustre politico de raza y de casta, Ricardo Balbin.

Don Raul R. Alfonsin descanse en paz.

besos para vos y tus hijos

3:05 p.m.  
Blogger Gabriela said...

Yo lo vi todo por TN, porque no podía dejar de traducir, tenía laburo.

Llegó un momento que se me empaparon los ojos, cuando pasaron imágenes de él acompañado del tema de León Gieco que dice "búsquenme, me encontrarán, en el país de la libertad..." no aguanté más y me saltaron las lágrimas.
Si te ponés a pensar, gracias a él, podemos tener hasta en un blog nuestra libertad de expresión.

11:10 p.m.  
Blogger Xesco 2017 said...

Siempre he sentido un gran respeto por Alfonsín y desde luego que forma parte de la historia de Argentina para siempre. Un gran político y un hombre prudente.
Un hombre así nunca muere. Vive en el recuerdo de un gran país.

6:21 p.m.  

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