Despidiendo el 2011

Acumulemos rituales para despedir este 2011, no vaya a ser que se le ocurra demorarse o peor aún, regresar.

Tengo a mi lado una listita y me voy ya a Carrefour a comprar unas 6 velas rojas, un velón rosa, incienso y mirra (se supone que lo traen los reyes pero últimamente con la crisis no se cómo le afectó a Oriente...), estoy tirando de todo (si te acercás a mi tené cuidado: tomo y tiro. Cuando dudo tiro por si acaso, jajaja), me preparo para mañana barrer la casa desde la última habitación hasta la puerta de casa (y por si acaso lo haré doble, para incluir ambas puertas), en fin...

Posiblemente todos los rituales no sean más que una tontería, pero aún así darán impulso para crear un año mejor. Algo que seguramente también está en nuestras manos. Pero depende también de la suerte. Y este 2011... un año bien raro... lo llamaremos "de aprendizaje". ¿Es mejor? ¿Es peor? ¡Quién sabe!

En fin, no deseo escupir al techo y decir que fue decididamente malo porque además mentiría, pero está muy bien que se vaya. Y al menos la esperanza del 2012 dan fuerzas para nuevos comienzos.

Quiero un año mejor y estoy decidida a construirlo como sea, también con rituales pavos si ayudan. Agradecer por lo vivido, por la familia y los afectos que se derramaron en abundancia en estos doce meses que se van, y que no es poco.

Hacer la listita para quemar, rehacer la de los deseos, ponerles fecha cierta y convertirlos en metas.

Que asi sea para todos.