A dieta por el medioambiente

 Como si el tema de la imagen no fuera suficiente, resulta que estar delgado es bueno para la ecología y el medio ambiente. 

Una nueva razón para sentirse mal por "esos kilitos" que, no sabemos muy bien cómo, se nos agregaron al cuerpo.

La Inquisición en materia de peso fue instaurada por una publicación en una revista especializada International Journal of Epidemiology.

Esta publicación afirma que, dado que la producción de alimentos es uno de los principales contribuyentes al proceso de calentamiento global , una población pobre consume casi un 20% menos de alimentos y, por lo tanto, produce menos gases de efecto invernadero que una población en la que el 40% de las personas son obesas.

Por otra parte, otro beneficio ambiental de la flacura surge de la disminución de las emisiones relacionadas con el transporte de alimentos, que también serán menores. 

Bastante rebuscada esta explicación, pero bueno, se supone que si se consume menos energía, también se utilizan menos camiones, barcos, trenes y otros medios de comunicación para transportarla.

Los investigadores estiman que una población "flaca" de 1000 millones de personas emitirían 1000 millones de toneladas menos de dióxido de carbono. Esto se verifica en un contexto en el cual, la humanidad -ya sea de Australia, Argentina, Bélgica o Canadá- está aumentando su peso promedio por persona.

Por todo eso, mantenerse delgado es bueno para la salud personal y para el medio ambiente.

"Tenemos que hacer mucho más para invertir la tendencia mundial hacia la gordura, y reconocerla como un factor clave en la batalla para reducir las emisiones y hacer más lento el cambio climático", concluyen los expertos.

La razón que te faltaba para empezar la dieta de una vez por todas.