Facebook Recargado, el regreso

LA CAÍDA

El 24 de septiembre Facebook estuvo caído en todo el mundo. Desde la red social se limitaron a explicar, en un breve comunicado, que estaban "trabajando para recuperar la normalidad lo antes posible". 

Efectivamente una hora y media después los adictos pudieron recaer sin problemas, el tiempo de abstinencia no fue lo suficientemente largo como para suplantar su droga tecnológica favorita por otras tentaciones virtuales como twitter o instagram, por ejemplo.

Para quienes no entramos mucho en Facebook por diversos motivos (falta de tiempo generalmente) la caida nos pasó inadvertida, pero el regreso no.

EL REGRESO

Hasta el fatídico 24 de septiembre las actualizaciones más importantes de mi facebook llegaban por mail y entraban en forma directa (y silenciosa) a la carpeta que les asigné al efecto. Cada tanto, cuando podía, le echaba un ojo a la famosa carpetita para ponerme al día en las actualizaciones de mis amigos y familia.

Pero "El regreso" significó la experiencia de un Facebook recargado que decidió invadir mi correo electrónico. 

Por alguna extraña razón desde el jueves la aplicación reactivó las noticias de cantidades de páginas que había olvidado que "me gustaban".

Mi correo inesperadamente -y sin haberlo solicitado- desbordó de mails que daban cuenta de noticias y publicaciones de todo tipo en la cuestionada red. 

Ahora Facebook me comenta que debo administrar nuevamente una por una cada publicación para decidir si deseo recibir o no las actualizaciones (algo que cada ya hice en el momento en que agregué cada publicación a mis intereses). Una tortura.

Facebook es una aplicación demasiado atractiva, un pequeño monstruo creado por la modernidad tecnológica, que se disputa junto al resto de los estímulos actuales, nuestra escasa y limitada atención, nuestra riqueza máxima, nuestras 24 horas diarias.